miércoles, 14 de septiembre de 2016

#ObamaGayHome


#ObamaGayHome


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La administración Obama ha decidido apostar este año por elOrgullo Gay en toda América Latina.
La consigna ha sido apoyar, ya sea colgando la bandera multicolor en el mástil de la embajada o incluso participando en las marchas organizadas.
Así se mostraba, como ejemplo, la embajadora de EEUU en México, Roberta Jackobson, en la Marcha del Orgullo Gay de este año con una pancarta que decía: “La delegación de EU apoya la diversidad”
“Es la política de mi país y del presidente Obama en especial, de apoyar a las comunidades LGTBI. Y es parte de nuestra diplomacia ahora”
Y así se muestra la embajada de EEUU en Caracas:
“Nosotros, en La Embajada de los Estados Unidos estamos comprometidos a promover  los derechos humanos de todas las personas,  entre ellas las lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y transgéneros”.
La actividad del embajador especial para asuntos LGTBI, Randy Berry, es absolutamente desbordante. Una intromisión inaceptable, especialmente en Dominicana.
Y no siendo suficiente la figura de Randy Berry, han tratado de impulsar la réplica de una figura similar a nivel mundial: el relator especial LGTB
Pero en lugar de promoverlo los mismos Estados Unidos utilizaron a países de América Latina para que lo promovieran. ¿Los lacayos del imperio?
Así lo reconocen oficialmente en su misma web:
“Los Estados Unidos están satisfechos de trabajar con otros países de diferentes regiones para apoyar esta resolución”
La amenaza, la de siempre: bloqueo comercial o congelación de la ayuda al desarrollo.
Sino, no se entiende que la resolución esté plagada de cautelas del tipo: se respetará la soberanía, condenamos las presiones externas, la pretensión de entrar en debates internos condicionando por la cooperación  o las sanciones comerciales.
Por si fuera poco, según ha podido saber CitizenGO, el vicesecretario de Estado de EEUU, Anthony J. Blinden, presionó telefónicamente a varios países para que apoyaran la resolución de orientación sexual e identidad de género.
Y encima sin pudor: el embajador de Estados Unidos en Ginebra, Keith Harper, se paseaba por las distintas delegaciones dando las indicaciones oportunas.
¡Una vergüenza!
Ya está bien de injerencia ideológica en nuestros países. Ya está bien de enviarnos embajadores cuyo gran mérito es su condición sexual y la posibilidad de pasear a su pareja del mismo sexo.
Ya es hora de decir: #ObamaGayHome

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